En una isla donde todos buscan ser vistos, yo ofrezco todo lo contrario: momentos genuinos lejos de las miradas curiosas. Mis clientes más exigentes aprecian cómo personalizo cada encuentro desde cenas privadas con chef personal hasta escapadas en velero.

Soy discreta, culta y sorprendentemente genuina en este mundo de fantasías. No vendo horas; creo recuerdos que duran mucho más. ¿Mi secreto? Saber escuchar y entender exactamente lo que necesitas, incluso antes de que lo pidas.